WATERPOLO: ESPAÑA ENCONTRÓ EN ATLANTA EL ORO NEGADO EN BARCELONA
La selección española de waterpolo dirigida por Juan Jané consiguió en el Georgia Tech Acuatic Center de Atlanta una medalla de oro con la que había soñando ya en demasiadas ocasiones y que como anfitrión se le negó en Barcelona'92, frente a Italia, después de jugarse dos prórrogas.
La trayectoria olímpica de España mostró una evolución ascendente desde que en los Juegos Olímpicos de Moscú'80, entonces con un joven goleador Manuel Estiarte, consiguiesen acceder a la fase final y obtener el cuarto puesto, la misma clasificación que tras cuatro años lograron en Los Angeles'84.
Pero quizás el punto de inflexión hacia la élite mundial llegó en Seúl'88, a pesar de que en aquella ocasión se acabase en una discreta sexta plaza final, pues desde ahí comenzó una evolución que permitió a España, con figuras de la talla de Jesús Rollán, sin duda el mejor portero de la competición en Atlanta'96, Manuel Estiarte, el mejor goleador, y Jordi Payá, Pedro García o Jordi Sans, quienes suelen ser formación inicial en todos los partidos, estar habitualmente en la lucha por el oro.
La primera y más sonada final llegó en Perth'91, campeonato del mundo de natación en los que España cayó derrotada frente a Yugoslavia, junto con Italia el gran verdugo del combinado nacional, pues con los deportistas de la ex Yugoslavia se ha perdido el oro, además de en Perth en los Europeos de Atenas'91, mientras que con los italianos se sucumbió en Barcelona'92 y en los mundiales de Roma'94.
Ni uno ni otro estuvieron en la final de Atlanta. La potente Italia, dirigida por el croata Ratko Rudic, que había ganado como técnico las últimas tres finales olímpicas, en Los Angeles'84 y Seúl'88 con Yugoslavia, y en Barcelona'92 al frente de Italia, tuvo que ver ésta desde las gradas. Su selección perdió ante Croacia, que bien puede considerarse la digna sucesora de la Yugoslavia anterior al conflicto bélico de los Balcanes.
Sin duda uno de los hombres que más satisfacción habrá sentido al oír el pitido final, además del criticado en ocasiones Juan Jané, fue Manuel Estiarte, máximo goleador de la competición en Moscú, Los Angeles, Seúl y Barcelona. A sus 34 años consiguió el sueño que durante años anheló.
Es, sin lugar a dudas, el mejor jugador que ha dado el waterpolo mundial y ni siquiera sus rivales niegan la evidencia, pero siempre, por una razón u otra, los títulos se le habían negado. Después de muchos años de búsqueda infructuosa llegó el oro olímpico.
Jané supo devolver a sus jugadores la confianza perdida y con unos puntales ya veteranos en mil batallas como pueden ser Jesús Rollán, Manel Estiarte, Pedro García, Jordi Sans o Salvador Gómez, junto a las nuevas figuras representadas por Iván Moro o Miguel Oca, elaboró un equipo que, cuando juega como sabe, es prácticamente invencible.
